23 de febrero de 2014

COMO EN LOS VIEJOS, Y NO TANTO, BUENOS TIEMPOS

Boca Unidos volvió al triunfo, y lo logró en casa frente a uno de los animadores del torneo. Como en los viejos, y no tanto, buenos tiempos, el Aurirrojo hizo prevalecer la localía y dejó con las manos vacías a uno de los candidatos al ascenso. Una verdadera prueba de carácter y templanza para un equipo que necesitaba resultados y que demostró que su posición en la tabla no se condice con su potencial.

APLAUSOS. Las tribunas "gastaron palmas" para reconocer el trabajo un equipo que dio vuelta
un difícil partido. Imagen: Después del Juego

Desahogo, alivio, alegría, emoción; muchas cosas se combinaron en el equipo, en el cuerpo técnico y en los espectadores correntinos cuando Carlos Maglio marcó la mitad de cancha y decretó el 2-1 final de Boca Unidos sobre Defensa y Justicia. Las sonrisas en los rostros aurirrojos daban cuenta de la importancia del triunfo, algo que por fin pudieron volver a experimentar después de nueve partidos; como en los viejos, y no tanto, buenos tiempos.

Cuando los jugadores se metieron en el túnel camino a los vestuarios, y la gente comenzó a subir y bajar escalones buscando las puertas de salida del estadio, surgió la reflexión. Entre comentario y comentario, empezaron los análisis pospartido que habitualmente se escuchan entre la concurrencia (ésta vez sin berrinches y reproches, como hace bastante no pasaba): "le ganamos al segundo", "le empatamos al tercero en su cancha y le ganamos al segundo acá", "hoy tuvimos la suerte que con Independiente nos faltó" se escuchaba decir a grandes y chicos.

Había mucha alegría contenida, pero también había una sensación generalizada de que sí se puede confiar en un equipo que necesitaba éste tipo de victorias, y que puede conseguirlas. Necesitaba brindarle algo así a sus seguidores, y necesitaba también brindarse algo así puertas para adentro, para el festejo íntimo del plantel y los cuerpos técnico y médico, por todas las frustraciones acumuladas.

Y fue un triunfazo, como en los viejos, y no tanto, buenos tiempos. Porque éste tipo de victorias fue lo que construyó el respeto por Boca Unidos entre los clubes de la categoría, y lo que devolvió a Corrientes esa imagen de plaza difícil, donde nunca ha sido sencillo llevarse un punto.

Con Boca Unidos en la B Nacional, vinieron varios equipos con el mote de "cuco" y, muchos de éstos, se retiraron con "la sábana agujereada". Algunos, se le animaron y jugaron con mucha autoridad, de igual a igual, o incluso superando futbolísticamente al conjunto ribereño, pero ni siquiera con eso les alcanzó para llevarse un "poroto".

En un rápido repaso, Boca Unidos recibió en Corrientes a River, Independiente, Rosario Central y Gimnasia de la Plata, clubes que circunstancialmente pasaron por el ascenso porque son habitúes de Primera División. El Aurirrojo también recibió en el "José Antonio Romero Feris" a Unión de Santa Fe, Ferro, Platense, Chacarita Juniors, Atlanta, Belgrano, Instituto y Talleres de Córdoba, Gimnasia de Jujuy, San Martín de San Juan, San Martín y Atlético Tucumán, entre otros. Todos son clubes con una historia muy rica en los primeros planos del balompié telúrico, pero todos también sufrieron "en carne propia" las dificultades de confrontar con un anfitrión que jugando en casa supo ser prácticamente inexpugnable.

Sin embargo, de un tiempo a ésta parte, los equipos que pasaron por la ciudad de las Siete Puntas han conseguido mejores resultados. Y cuando decimos "mejores resultados", hablamos de llevarse un empate; porque en ésta campaña, sólo Sportivo Belgrano le ganó a Boca Unidos en Corrientes, y porque en ésta categoría siempre sirve sumar de visitante.

Dejando de lado las inobjetables victorias sobre Brown de Adrogué y Villa San Carlos, durante la presente temporada los mencionados Independiente, Instituto y Talleres de Córdoba, Atlético Tucumán; más Huracán, Almirante Brown, San Martín (SJ) y Ferro Carril Oeste, jugando mejor o peor, consiguieron el objetivo de cosechar una unidad en la capital correntina.

La mitad de ellos, hizo los méritos como para no volver a su terruño con las manos vacías. Aún bajo esas circunstancias, se trata de partidos que años anteriores Boca Unidos acostumbraba a ganar, inclusive en aquellos casos en los que un empate  o una derrota se ajustaba mejor a lo que fue el trámite del match.

Nobleza obliga, y a uno que debemos excluir de este grupo es al "Globito" de Parque Patricios, con el cual el equipo de la ribera tiene un historial muy particular donde a la visita siempre le fue mejor. Pero ante Instituto, Atlético Tucumán y Ferro, al menos frente a esos tres, el Aurirrojo mereció ganar y no lo consiguió. No resulta desatinado agregar que con Talleres y San Martín de San Juan creó situaciones como para establecer diferencias pero no pudo estamparlas en la red.

Éste panorama es el que ayuda a entender el presente del equipo hoy dirigido por Carlos Trullet. Boca Unidos no pudo hacerse fuerte de local y eso le costó el puesto a Úbeda. Llegó un nuevo DT, y con pretemporada de por medio, hubo que esperar un par de partidos más. La tercera fue la vencida: con una buena preparación y una mejoría en su rendimiento, en la tercera presentación como local bajo el mando del técnico entrante Boca Unidos pudo volver a festejar un halago.

Insistimos, fue una victoria al estilo de las que Boca Unidos había acostumbrado a sus hinchas, una de esas que últimamente se mostraba esquiva. Porque más allá de que hace varios partidos que no se impone fuera de casa, el Halcón atraviesa un momento muy dulce como escolta de Banfield, y con un fútbol efectivo y vistoso. Porque Defensa juega bien al fútbol, inclusive en aquellos momentos en que no puede manejar el esférico como gusta hacerlo.

Una buena demostración de esto se vio el pasado viernes: el Halcón arrancó pisando fuerte y enseguida llegó al gol. A partir de la ventaja, el equipo de la ribera creció, pero los de Varela cedieron metros y espacio con la confianza  de lastimar con contragolpes en algún momento, en las caras de sus jugadores se notaba esa mentalidad.

Luego de conseguir el empate, Boca Unidos fue todo actitud y se precipitó en búsqueda de la victoria. Sólo entonces, y especialmente después del segundo gol aurirrojo, apareció la desesperación entre los verdiamarillos. No obstante, cuando el partido todavía estaba igualado, Lucero tuvo una chance clarísima que dio en el travesaño. La visita nunca renunció a atacar aunque con el correr de los minutos perdió claridad y profundidad.

Pero Boca Unidos contó hasta con esa pizca de suerte (que otrora también tenía) y jugó con autoridad, adueñándose de la pelota durante gran parte del encuentro, creando varias situaciones y llegando al gol y al triunfo de la mano de los chaqueños Núñez y Ríos. Hasta en ese detalle, hay un "gustito" a viejos, y no tanto, buenos tiempos.

Está claro, que el camino emprendido desde inicios de año es el que nos invita a imaginar a un Aurirrojo que juegue con la convicción de intentar ser protagonista siempre, como el propio técnico lo dijo en repetidas oportunidades. Está claro, que hay material para hacerlo, muchas veces lo hemos señalado. Esperemos que la victoria ante Defensa y Justicia permita volver a fortalecer la localía, como históricamente Boca Unidos lo hizo, como en los viejos, y no tanto, buenos tiempos.

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