EMPATÓ CON DOUGLAS HAIG Y PERDIÓ A ISRAILEVICH

Con un sabor amargo terminó Boca Unidos anoche el partido con Douglas Haig. Es que además de empatar 1-1 tuvo que lamentar la grave lesión de Guillermo Israilevich a los cuatro minutos del segundo tiempo, ya que, al ir a disputar una pelota arrojándose al piso, Pablo Mazza lo golpeó en un choque involuntario y el jugador aurirrojo tuvo que abandonar el partido.

EMPATE LLUVIOSO. La lluvia fue la gran protagonista en el partido entre Boca Unidos y Douglas Haig.
Foto: Diario Época

En la primera parte se vio lo mejor del partido. La cancha todavía estaba apta y la lluvia no impedía jugar, aún cuando se veía algo rápida. En los primeros instantes, Douglas Haig se paró mejor en la cancha y tras un remate bajo de Estevenaux que rozó en un defensor y salió cerca del poste, el Fogonero se puso en ventaja: iban 10’ cuando Iván Estevenaux tomó la pelota y desde unos treinta metros despidió un “zapatazo” notable que se metió en un ángulo, lejos del esfuerzo de Martínez Gullotta.

Tras el cachetazo, de a poco fue reaccionando Boca Unidos, buscando prosperar con la pelota y jugando a ras del mojado césped. Estuvo cerca con un tiro libre Lucas Oviedo, su disparo salió sobre el travesaño. Después Danelón, cuyo derechazo salió junto al poste. La firmeza de los centrales de Douglas Haig (Gioda y Quintana) dificultaba la labor de Núñez y Dening.

Lejos de venir a colgarse del travesaño, la visita también mostró sus intenciones de jugar, con Iván Estevenaux como abanderado. Precisamente, éste estuvo cerca del segundo al recibir de Levato y rematar bajo, lo que exigió una respuesta rápida de Martínez Gullotta para enviarla al corner. Las dos últimas del primer tiempo fueron para el Aurirrojo, con un pase de Sánchez Paredes para Dening que ganó la posición en el área y ensayó un remate rasante que salió un poco ancho junto al poste izquierdo.

Con lluvia torrencial se inició el período complementario, y cuando se jugaban sólo 4 minutos fueron a disputar la pelota, arrojándose al piso, Israilevich y Mazza. Inmediatamente, el jugador de Boca Unidos hizo gestos desesperados levantando la pierna. El golpe de Mazza -en el choque-  le provocó una grave lesión y tuvo que entrar Emmanuel Perea, en lugar del lesionado.

La cancha se hizo intransitable, y la pelota se quedó varias veces en el agua acumulada en diversos sectores. No se podía jugar y entonces el partido decayó. Hubo un tiro libre de Oviedo que se fue alto a los 18’ y recién a los 30’ los apuntes registraron otra situación de gol. Fue la más clara de la etapa y estuvo en los pies del ingresado Lucas De Francesco, quien recibió un pase aéreo de Mazza, la bajó y cuando enfrentó a Martínez Gullotta, el arquero en muy buena intervención tapó el remate bajo mandando al corner el balón.

Enfrente fue Dening el que tuvo la oportunidad al entrar para definir en el área, pero lo desplazó Gioda conjurando la situación de peligro. Después otro tiro libre más de Oviedo que se perdió sobre el travesaño representó el último intento de la noche. Fue como si los jugadores hubieran sentido la lesión de Israilevich y el juego terminó en pardas. El miércoles Boca Unidos recibirá a Aldosivi, con la idea de no dejar pasar la posibilidad de volver a sumar de a tres.

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Texto original: Diario Época