Consumada la victoria de Sportivo Belgrano de San Francisco ante Boca Unidos, el director técnico oriundo de la ciudad de Rosario dejó a disposición de la comisión directiva su renuncia. La misma, fue aceptada por los dirigentes y, de esta manera, se terminó el ciclo del quinto cuerpo técnico que dirigió el plantel profesional del conjunto correntino desde que milita en la Primera B Nacional.
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| SIFÓN SIN LÍQUIDO. Una nueva derrota del Aurirrojo marcó la salida del DT rosarino. |
Si bien en la semana se especuló con que cumpliría su contrato hasta el último partido de la primera rueda, la caída ante el "Verde" de San Francisco "aceleró los tiempos" y precipitó su salida de la entidad de Costanera Sur. La flojísima primera mitad de campeonato y la dura caída de la pasada semana ante Crucero del Norte dejaron al "Sifón" al borde del precipicio.
Claudio Úbeda, natural de la ciudad de Rosario, llegó a Corrientes a fines de 2012 con la misión de ser "piloto de tormentas" para un Boca Unidos que cumplía con la peor campaña desde su arribo a la segunda categoría del fútbol argentino. Su debut como D.T. del conjunto cambacuacero se produjo ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy (derrota 0-1) el 7 de diciembre del año pasado. Fue el cierre del año calendario y el penúltimo partido de aquella nefasta primera rueda.
El entrenador y su cuerpo técnico empezaron a diagramar la pretemporada de enero con vistas a la segunda parte del certamen. En la reanudación de la competencia, las cosas comenzaron de la mejor manera. En el duelo preliminar por 24vos de Final de Copa Argentina, Boca Unidos derrotó en condición de local (4-0) a Crucero del Norte. A los pocos días, volvió a alzarse con un triunfo, esta vez, ante Aldosivi de Mar del Plata (3-1).
Las alegrías duraron poco tiempo. Ante Gimnasia y Esgrima de La Plata, Boca Unidos cayó en casa y, a la semana siguiente, en su primer match del 2013 saliendo a la ruta, perdió también por la mínima diferencia ante Rosario Central. Hubo un atisbo de reacción con una nueva victoria ante Deportivo Merlo en Corrientes (2-0), pero una racha de 3 partidos sin sumar de a tres, un tímido triunfo ante J.G.Brown de Posadas (1-0) por 16vos de Final en Copa Argentina, y una nueva caída en condición de local ante Huracán de Parque Patricios, pusieron bajo la lupa la labor del cuerpo técnico.
Sin embargo, en la fecha siguiente, los de rojo y amarillo empezaron una notable levantada que sacó al equipo del fondo de la tabla de posiciones. En 10 partidos por B Nacional, Boca Unidos consiguió 6 victorias, 2 empates y sólo 2 derrotas. El horizonte de 50 puntos, trazado como objetivo a principios de 2013, pareció alcanzable hasta la fecha 35, ya que un par de derrotas y un empate en los últimos tres partidos, dejaron al Aurirrojo en 45 unidades, en la 14° ubicación de la tabla de posiciones. Fue la peor campaña del club correntino en la máxima división de ascenso del fútbol telúrico. A su favor, cabía destacar también el hecho de que los 25 puntos que sumó en la segunda rueda constituían la mejor producción para el equipo correntino en una etapa que siempre le resultó complicada.
En medio de la mejor racha bajo la conducción del Sifón, Boca Unidos enfrentó a Independiente de Avellaneda por Copa Argentina. En un match que terminó igualado 1-1, el "Rojo" eliminó al elenco correntino en los penales. Así, promediando el año calendario, un primer balance arrojaba como saldo 10 victorias, 6 empates y 9 derrotas en 25 partidos disputados, con una cosecha del 48% de los puntos en juego entre B Nacional y Copa Argentina. En atención a lo que había sido el ciclo anterior, bajo la batuta de el "Indio" Hernán Darío Ortíz, y al calamitoso contexto en el que asumió el rosarino, los números lucían aceptables, aunque el nivel de juego tuvo altibajos que dejaban varias cosas para corregir.
De primera parte de la gestión Claudio Úbeda, cabía resaltar el reposicionamiento de Álan Pérez como lateral derecho, función en la que actuó en varios partidos en gran nivel. Casos similares fueron los de la dupla de volantes centrales conformada por Alejandro Frezzotti y Diego Sánchez Paredes. Asimismo, Gonzalo Ríos terminó de redondear un gran campeonato convirtíéndose en el máximo artillero del conjunto aurirrojo con 12 goles entre B Nacional y Copa Argentina.
La temporada 2013/14 se pensó en términos de superación, y en tal sentido se llevó adelante la etapa de preparación y acondicionamiento. En esta oportunidad, la política incorporaciones se planificó considerando -a priori- calidad antes que cantidad. Así, llegaron el habilidoso Lucas Oviedo, los experimentados Ruben Maldonado y Raúl "Pipa" Estévez, con rodaje de Primera División, Matías Escobar, y las apuestas Eloy Rodríguez, Ricardo Ortíz y Matías Garavano. A estos nombres, se sumó el regreso de Alexis Danelón, de buen paso anterior.
Apuntando a fortalecer el trabajo de pretemporada sin salir de la ciudad, Boca Unidos se encargó también de organizar un cuadrangular en el que tuvo un pálido desempeño. Si bien era imposible realizar un juicio definitivo durante ese momento, el equipo mostró una versión con pocas luces y un nivel de juego, a poco de comenzar la temporada con mucho por aceitar.
El conjunto correntino saltó oficialmente a la cancha ante Ferro en Caballito, donde rescató un empate y dejó una muy buena imagen. Sin embargo, ante Independiente de Avellaneda -esta vez en Corrientes- se vio una versión bastante opaca, más cercana al cuadrangular de invierno. Tres partidos más, con dos derrotas saliendo a la ruta, demoraron la primera victoria en el certamen, la cual finalmente llegó -en casa- ante Brown de Adrogué (2-0) recién el la fecha 6. A partir de entonces, comenzó una serie de cinco empates al hilo, que se cortó con una dura derrota ante Banfield en el sur del conurbano bonaerense (0-3). Los cuestionamientos llovían por la falta de resultados y, sobre todo, por la carencia de contundencia en ataque. Boca Unidos no recibía muchos goles, Boca Unidos planteaba los partidos en igualdad de condiciones, pero Boca Unidos no convertía y, cuando se distraía en defensa, la pasaba mal.
Tras la derrota frente al "Taladro", el Aurirrojo vivió su "mini-primavera" con una serie de dos victorias y dos empates, en los que mostró un nivel de juego aceptable, con buenas producciones ofensivas y con buenos desempeños defensivos. Este momento positivo incluyó una victoria en condición de local ante Villa San Carlos (3-0) el primer triunfo fuera de casa ante Sarmiento, en Junín (1-0); y los empates, en casa ante Talleres (1-1) y ante Unión, en Santa Fe (4-4). El equipo cambacuacero comenzó a mostrar mejor semblante en la presente temporada de la mano del "Pipa" Estévez y de Guillermo Israilevich como los artífices de la levantada.
Pero "las buenas" no duraron mucho tiempo, pronto volvieron "las malas". Boca Unidos no pudo pasar del empate ante Almirante Brown (0-0) en Corrientes y luego sufrió dos derrotas dolorosas ante Crucero del Norte (0-6) y Sportivo Belgrano (1-2), resultados que determinaron el final del ciclo del Sifón al frente del plantel profesional aurirrojo.
Fue una segunda etapa de 19 partidos con apenas 3 victorias, 11 empates y 5 derrotas (la suma total asciende a 45 cotejos) en los cuales la falta de resultados y las irregularidades en los niveles individuales, y el rendimiento colectivo del equipo, le terminaron pasando factura a un cuerpo técnico que -como se dice habitualmente en la jerga futbolera- fue el "fusible" ante la pobrísima campaña y tuvo que "pagar los platos rotos" con su salida.
Los números finales, indican que Claudio Úbeda y su equipo de trabajo obtuvieron 13 victorias, 17 empates y 15 derrotas en total, sumando las dos temporadas de B Nacional y la pasada edición de Copa Argentina (efectividad del 41,4%).
Desde el juego, la producción de la segunda parte del año no varió mucho respecto de la primera. Los equipos de Úbeda siempre buscaron ser protagonistas, siempre trataron de imprimirle su ritmo al partido pero pocas veces pudieron ser contundentes en ataque, alternando partidos en los que generaba varias opciones y otros con producciones raquíticas. Defensivamente, el equipo supo de algunos buenos momentos a lo largo del año. No obstante, cierta fragilidad se volvía evidente ante algunos resultados como las derrotas frente a Banfield y Crucero del Norte, y el empate ante Unión. No hubo término medio para este equipo, en una buena tarde podía ganar con autoridad y, en una mala tarde, podía irse goleado.
Otra cuestión en la que se focalizó la crítica tuvo que ver con las producciones en condición de local por B Nacional. Durante la primera mitad del año calendario, Boca Unidos recuperó su antigua fortaleza de local, imponiéndose en 6 partidos de 10 jugados, con 2 empates y 2 derrotas en los juegos restantes, cosechando unos apreciables 20 de 30 puntos en disputa (66% de efectividad). Sin embargo, esta buena producción decayó ostensiblemente en la segunda parte del 2013, en la que -como anfitrión- el Aurirrojo sólo obtuvo 2 triunfos, 6 empates y 1 derrota, en 9 cotejos (44% de efectividad).
Fueron, en total, 8 victorias, 8 empates y 3 derrotas (56% de efectividad). Y el hecho de que, de 19 partidos el Aurirrojo sólo haya ganado 8, cuando históricamente su mejor producción ha sido en casa, hizo mella en el público correntino que mermó considerablemente su concurrencia al estadio.
El hincha correntino no le perdonó a Úbeda el haber perdido el prestigio que el equipo había construido como local en las temporadas anteriores. El hincha boquense, sintió que Boca Unidos empataba o perdía partidos que, en ciclos anteriores, ganaba prácticamente "sin despeinarse". Pero ese sentimiento, brotó recién a partir de esta campaña, en una temporada que se había soñado con repetir lo de la 2011/12 o, por qué no, pelear los primeros puestos con aspiraciones de ascenso. Nada de eso ocurrió, las ilusiones se esfumaron rápidamente, los fantasmas del ciclo de Ortíz reaparecieron. El promedio que se debilitó rápidamente y, la renuncia del "Sifón" llegó por decantación.
Desde el juego, la producción de la segunda parte del año no varió mucho respecto de la primera. Los equipos de Úbeda siempre buscaron ser protagonistas, siempre trataron de imprimirle su ritmo al partido pero pocas veces pudieron ser contundentes en ataque, alternando partidos en los que generaba varias opciones y otros con producciones raquíticas. Defensivamente, el equipo supo de algunos buenos momentos a lo largo del año. No obstante, cierta fragilidad se volvía evidente ante algunos resultados como las derrotas frente a Banfield y Crucero del Norte, y el empate ante Unión. No hubo término medio para este equipo, en una buena tarde podía ganar con autoridad y, en una mala tarde, podía irse goleado.
Otra cuestión en la que se focalizó la crítica tuvo que ver con las producciones en condición de local por B Nacional. Durante la primera mitad del año calendario, Boca Unidos recuperó su antigua fortaleza de local, imponiéndose en 6 partidos de 10 jugados, con 2 empates y 2 derrotas en los juegos restantes, cosechando unos apreciables 20 de 30 puntos en disputa (66% de efectividad). Sin embargo, esta buena producción decayó ostensiblemente en la segunda parte del 2013, en la que -como anfitrión- el Aurirrojo sólo obtuvo 2 triunfos, 6 empates y 1 derrota, en 9 cotejos (44% de efectividad).
Fueron, en total, 8 victorias, 8 empates y 3 derrotas (56% de efectividad). Y el hecho de que, de 19 partidos el Aurirrojo sólo haya ganado 8, cuando históricamente su mejor producción ha sido en casa, hizo mella en el público correntino que mermó considerablemente su concurrencia al estadio.
El hincha correntino no le perdonó a Úbeda el haber perdido el prestigio que el equipo había construido como local en las temporadas anteriores. El hincha boquense, sintió que Boca Unidos empataba o perdía partidos que, en ciclos anteriores, ganaba prácticamente "sin despeinarse". Pero ese sentimiento, brotó recién a partir de esta campaña, en una temporada que se había soñado con repetir lo de la 2011/12 o, por qué no, pelear los primeros puestos con aspiraciones de ascenso. Nada de eso ocurrió, las ilusiones se esfumaron rápidamente, los fantasmas del ciclo de Ortíz reaparecieron. El promedio que se debilitó rápidamente y, la renuncia del "Sifón" llegó por decantación.

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