Tan esperada como buscada, tuvieron que pasar cuatro fechas del Torneo Oficial 2013 para que Boca Unidos pueda celebrar su primera victoria. El Aurirrojo se puso en ventaja cuando amanecía el encuentro a través de una arremetida de Nicolás Maldonado y luego terminó defendiendo la diferencia con garra y corazón.
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| El Aurirrojo defendió la mínima ventaja con mucha abnegación |
La espera se hizo muy larga para un grupo de jóvenes que viene trabajando con mucho esfuerzo en procura de devolver a Boca Unidos el protagonismo que su historia futbolística le demanda en el ámbito local. Cuatro fechas tuvieron que pasar para concretar la primera alegría del campeonato aunque, claro está, no llegó de la manera que los muchachos y el cuerpo técnico hubiesen deseado.
El equipo liguista está compuesto por jugadores de buen pié y está pensando para hacer circular la pelota al ras de piso. Sin embargo, hoy no le fue posible desplegar esa faceta, porque el rival juega y, este Rivadavia que ofició de rival en particular, jugó y lo hizo muy bien.
Apenas había pasado más de 5 minutos cuando el Aurirrojo pudo llegar al fondo y la pelota derivó en la entrada franca de Nicolás Maldonado. El futbolista que portó la dorsal N° 7 llegó de frente al arco acompañando la jugada y celebró una conquista que, en principio, hacía pensar que permitiría al club cambuacuacero manejar el ritmo del partido. Pero el Rojinegro no se amilanó y, si bien le tomó un tiempo volver a ordenar sus ideas, cuando lo consiguió comenzó a apretar las clavijas en el medio y a través de sus mediocampistas estableció un circuito por el sector derecho que le generó varios dolores de cabeza al conjunto dirigido por Horacio Azula. "Riva" jugaba a uno y dos toques hasta los metros finales pero allí su fútbol se diluía en la seguridad de Marcelo Ortíz y de Esteban Nieto que abortaron varios intentos de consideración.
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| Cuando hubo que luchar se luchó y Boca Unidos no renegó de esta premisa |
Con el correr de los minutos fue creciendo la tarea de Franco Ortíz y de Carlos Gallardo en el medio, más que nada en el aspecto de la recuperación ya que el partido se dio más para batallar que para jugar y, en ese sentido, el mediocampo aurirrojo no desentonó. Arriba poco era lo que podían hacer Miranda y Gómez Ríos ante las dificultades con las que recibían el balón.
En el segundo tiempo, Rivadavia ya no pudo conectarse futbolísticamente como lo había hecho en el primero y Boca Unidos tampoco lo consiguió, por ende el partido se volvió chato y el roce fue ganando protagonismo. Sólo promediando la segunda etapa y consciente de la desventaja, el elenco viscachero procuró adelantar sus líneas y comenzó a encerrar a un Boca Unidos que había hecho un desgaste importante y se replegó en las inmediaciones del arco defendido por Pérez, amparado siempre en la seguridad de la última línea.
Con mucha gallardía, Rivadavia atacó en procura del empate, que parecía acercarse, sobretodo, cuando las tarjetas rojas comenzaron a mermar las huestes del club de la Ribera. Los ingresados Proz y Strillevsky no pudieron liquidar el pleito debido a que, con dos y hasta tres jugadores menos, Boca Unidos tuvo que trabajar para mantener la exigua ventaja hasta el pitazo final que marcó el festejo y el desahogo para éste grupo de chicos que tuvieron un arranque que no fue el acorde a sus expectativas pero, posiblemente, canalicen este triunfo como un trampolín para empezar a despegar en la competencia y sumarse al lote de los que pelearán el certamen. Hoy no se pudo jugar al fútbol, hoy el equipo tuvo que batallar. Para eso se necesitan temple y personalidad y éste grupo, demostró que también tiene de eso.
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| HUEVOS SOBRAN. Valdovinos fue "picado" por una avispa en el Primer tiempo, pero por propia voluntad se recuperó, continuó en el partido y se convirtió en uno de los artífices de la defensa. |



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