9 de junio de 2013

QUISIERA QUE ESTO DURE PARA SIEMPRE

Se terminó otra temporada de la B Nacional en Corrientes para los hinchas aurirrojos y con ella, otra campaña con ilusiones, con desencantos, con alegrías y tristezas pero, de día y de noche, con calor, con lluvia o con frío, allí estuvo siempre el Hincha Aurirrojo acompañando al club de sus amores. Por eso, no queremos que la temporada se vaya, sin dedicarle unas sencillas palabras por todo lo que dio este año. 

LA LUZ DE LA ESPERANZA. Brillará siempre en los corazones aurirrojos

Si, la frase es inconfundible, muchas veces cuando buscamos expresar lo que nuestros clubes despiertan en nuestros corazones le robamos palabras al Rock Nacional y, casi siempre, encontramos algo aunque nunca será suficiente, claro está.

Es que hubiésemos deseado que ese momento fuese eterno, que no tenga fin, hubiésemos deseado que los últimos instantes de esta temporada duren para siempre. Hubiésemos querido que el tiempo se congele y no pase, que ese partido no acabe nunca, hubiésemos querido seguir allí, alentando junto a los hermanos del tablón y desafiando los designios de Zeus que nos mojó hasta el alma y nos hizo estremecer con sus rayos y truenos, pero no nos movió: allí permanecimos, en la tribuna, hasta que las luces y Yamil Possi dijeron basta, ya no se juega más, y nos devolvieron a una realidad, donde no todo es tan maravilloso como cuando estamos rodeados de nuestros afectos y de los colores más lindos del mundo.

Y miren que esta temporada hemos sufrido como hacía mucho tiempo no nos pasaba, esta temporada  terminamos ÚLTIMOS en la primera rueda, por momentos ¡nuestro equipo no sabía a qué jugaba! y no pocas veces nos fuimos quebrantados de la cancha, no pocas veces renegamos por la cabeza de alguno de los jugadores, no pocas veces nos pusimos a discutir entre nosotros mismos, tratando de encontrar una explicación a lo que le ocurría al equipo, a lo que nos pasaba a nosotros en definitiva, porque no pocas veces que arranquemos con buena cara la semana dependía del resultado de Boca Unidos. 



Y pasaba lo que pasaba, y se iba el 2012, y amanecía el 2013, y allí estábamos de nuevo. Empezando a remar desde abajo. La cosa arrancó bien, parecía que se venía la remontada, pero otra vez nos volvimos a caer, perdimos con Central y Gimnasia de nuevo, lo de Merlo fue un espejismo, volvimos a perder con Sarmiento, empatamos de local con Instituto, le ganamos PIDIENDO LA HORA a Gibson Brown, UN EQUIPO DEL ARGENTINO B, y perdimos con Huracán en Corrientes... habíamos tocado fondo. 

Y así y todo nos levantábamos el lunes de esa semana pensando que el sábado siguiente teníamos que estar en Banfield. Iba pasando la semana e íbamos contando, moneda por moneda, para llegar "¿Vas?" preguntaban por chat "¿Cómo no voy a ir?" era la respuesta que unos a otros ofrecían. "mirá, tengo 50, te puedo dar una mano..." "empeñé un mueble, pero voy..." "cierro los ojos y que san puta se lo lleve" también se escuchaba decir por teléfono. ¿Hasta eso teníamos que llegar? Ponele que sí, porque nos fuimos igual. 



Y empezó la remontada, y nos acordábamos de cómo era ganar, y la concha de Patronato que de nosotros se vinieron a prender, otra vez ¿Cuando vamos a ganar en el Grella? Así y todo allí estábamos de nuevo al finde siguiente, y gol de Ríos, y racha victoriosa, y dale que llegamos a los 50! y no, jugando así no, 3 pepas nos comimos en Garupá con los misioneros.

Por fin llegó el partido con Independiente, ¡POR PENALES NOS ELIMINARON! porque no nos ganaron, no señor, el partido terminó 1 a 1, y se lo jugamos de igual a igual. Salvo en las tribunas, claro, ya sabemos cómo fue la cosa ahí. Y le ganamos a Ferro, y volvimos a perder con Defensa y ahí estábamos de nuevo, despidiendo al equipo con el cielo diciéndonos que estaba más lindo para estar en casa con un buen mate y chipacueritos pero ¿Dejar de ir a la cancha? No, ni nosotros, ni ninguna de las caras de siempre faltaron. Era obvio que no iban a faltar, van a faltar el día que sus cuerpos estén guardados en un cajón con los colores de la camiseta de nuestros amores, pero su ausencia física no se va a notar porque sus voces se van a seguir escuchando, como los truenos que resonaban hoy, porque sus almas van a seguir alentando desde el cielo al Aurirrojo. 

Todo esto lo sabemos porque nos damos cuenta cuando los miramos a sus rostros, cuando los abrazamos y nos saludamos. Lo sabemos porque no es una historia que empezó este año o el año pasado. Esto empezó hace 85 años, casi 86 ya, cuando ninguno de ellos, ni nosotros existíamos. Esta historia la empezaron nuestros abuelos, padres, familiares y amigos, esta historia la mamamos y fuimos creciendo con ella, y hoy nos encuentra hombres y mujeres, hechos o haciéndose todavía, que transmitirán esta manera de vivir el amor al club por varias generaciones más. 



Esto de ir a alentar a Boca Unidos sin importar la categoría, sin importar los resultados, sin importar los rivales, no va a morir jamás. Porque esta gente sigue al Aurirrojo POR AMOR, esta gente no mide si el rival que está enfrente es Guaraní Antonio Franco, Concepción F.C, Villa San Carlos, River Plate o Independiente. Esta gente VA POR BOCA UNIDOS, se les nota en los ojos, se les nota en la voz, se les nota porque se desgarran alentando.

Por eso, no queríamos que ese partido terminase más. Quisiera todavía estar allí, bajo la intensa lluvia junto a ellos, nuestros hermanos del tablón, alentando a Boca Unidos. Quisieramos volver a escuchar ese dale booo dale booo quisieramos volver a estar ahí pensando QUISIERA QUE ESTO DURE PARA SIEMPRE.

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